Construyendo personajes

8/10/2009. Ya los personajes clásicos marcaron profundamente a un jovencísimo Arriaga: "Tenían formas muy determinadas de actuar, motivaciones muy poderosas y a los que les sucedían muchísimas cosas". Después se sucedieron Chéjov, Balzac, Shakespeare, etc. y la combinación de cuatro elementos: personalidad  y carácter, posibilidad y necesidad. Para el escritor y cineasta Guillermo Arriaga es indispensable querer a los personajes que se  construyen, vivirlos desde cerca; de esta forma se consigue darles dignidad y credibilidad en la historia. Esto afecta también a aquéllos personajes que podrían ser definidos como "detestables", ya que si se logra quererlos es posible que a lo largo de la narración se les pueda comprender e incluso redimir. "Me gustan los personajes que están a punto de estallar, que caminan al borde del abismo".