“Un plugged”

Pablo Arrieta (Colombia)

08.10.2010. El tecnólogo Pablo Arrieta despliega sus ordenadores, vuela sobre el teclado y bucea en el mundo digital para mostrarte las cosas más curiosas del mundo del cómic. Un viaje que merece la pena, y mucho. Biografía: Es un apasionado de los medios de comunicación digitales. Especializado en proyectos culturales que puedan abarcar imágenes estáticas o en movimiento, opina que el diseño editorial no tiene que ver solamente con pensar en papel, sino con el manejo integral de un contenido para que llegue a la audiencia de la mejor manera posible. Es licenciado en arquitectura por la Universidad de los Andes en 1996, y desde un año antes se dedica a la creación digital. También ejerce como consultor de Adobe para América Latina desde 1998 y es docente de la Universidad Javeriana de Bogotá en las facultades de Comunicación Social y Arquitectura. Es ilustrador, fotógrafo y columnista de la revista Proyecto Diseño. En 1998 fundó, y sigue dirigiendo en la actualidad, la empresa de capacitación y desarrollo digital MonitorCD, una institución educativa ubicada en Bogotá y que ha formado a cientos de personas en Diseño Web y programación. Arrieta empezó a trabajar en diseño de impresos y de museos tan pronto como salió de la facultad. Para entonces se había abierto la veta de Internet y aprendió a utilizar herramientas digitales para realizar sus diseños. Paralelamente diseñaba un impreso para el Ministerio de Cultura —la revista Gaceta—, un museo para el Banco de la República —la Casa de Moneda— y el sitio Web de la Universidad de los Andes y, después, el del Ministerio de Cultura. En la actualidad, aunque la docencia absorbe gran parte de su tiempo, emprende proyectos de diseño para numerosos clientes.

Dibújame una noche

8 de Octubre desde las 21:00 h.

Cinco de los ilustradores participantes en el proyecto Bestiario 3.0, y un arquitecto apasionado del dibujo que no se podía perder esta Fiesta bajo ningún concepto, nos pintan el panorama del cómic. Una noche ideada para reírnos a gusto, también de nuestras sombras colectivas.